Bea y Hugo comenzaron su gran día de una manera única y muy personal. Decidieron saltarse el protocolo y vestirse juntos en la misma habitación, rodeados de risas y complicidad. Los preparativos tuvieron lugar en un exclusivo hotel cercano a Plaza Castilla, en pleno centro de Madrid, donde la espontaneidad y la elegancia se unieron para dar paso a una jornada que estaría llena de emociones.

 

Bea, eligió un vestido de dos piezas y Hugo, con un traje a medida que reflejaba su estilo personal, estaban listos para vivir su gran día en la ciudad que tanto significa para ellos.

 

La ceremonia civil se celebró en el jardín del Restaurante La Raimunda, un espacio lleno de historia y sofisticación que aportó un toque único a la boda. Rodeados de sus seres queridos, Bea y Hugo intercambiaron votos en un ambiente de exclusividad y calor, rodeados de las vistas y la luz natural de la ciudad. La celebración continuó con una atmósfera relajada y espontánea, donde no faltaron risas, abrazos y momentos de complicidad.

 

El reportaje de boda capturó cada detalle de la jornada, con una fotografía natural que reflejó la esencia de los novios y los momentos más genuinos del día: miradas cómplices, risas sinceras y abrazos emocionados. Cada imagen cuenta la historia de una boda vivida con el corazón, sin posados, pero llena de momentos auténticos que quedarán para siempre.